Estoy en un camping ("La Pista Andina") con un ambientazo cojonudo, con gente de todas partes de esa que ya lleva meses de viaje o que vuelve de la Antártida y cosas así. Hoy espero terminar todos los preparativos y salir mañana por la mañana. Necesito llevar de todo porque las etapas son por sitios inhabitados (aunque supongo que transitados); para empezar, tengo que comprar una tienda mínimamente decente porque la mía -del Lidl, todo hay que decirlo- no ha resisitido a la primera noche de lluvia.
Las montañas de los alrededores están nevadas a partir de los 500 metros. De momento está haciendo un tiempo muy raro (más bien muy patagónico): sol de manga corta seguido de un viento gélido para terminar por llover racheado y vuelta a empezar más o menos cada hora. Una locura. No sé cómo afectará eso al pedaleo.
En el aeropuerto conocí a un canadiense de 45 años que también parte en bici desde aquí. Su intención era subir hacia Buenos Aires y llegar a Canadá, pero poco a poco se ha ido acoplando a mi plan de tal manera que, sin preguntar ni nada, ya ha decidido que se viene conmigo hasta Atacama. No me hace ni puta gracia.
Encima me está haciendo responsable del viaje porque está bastante acojonado y pretende que yo tome todas las decisiones. Aparte de ser un tío super gris. No sé cómo va a acabar esto, pero le voy a tener que decir que cada uno por su lado antes de que acabe el día. Uf.
Por lo demás, tengo muchas ganas de empezar y ver cómo ye la movida.
0 comentarios:
Publicar un comentario