Extra II - El viento, el puto viento

Parece que estoy obsesionado con el viento, pero es que aquí hace viento SIEMPRE. A veces un poco, a veces mucho y a veces muchísimo, pero siempre hay viento.
La dirección predominante es Oeste-Noroeste. Son los vientos del Pacífico que cruzan la Cordillera Andina y se extienden por la Pampa, produciendo un efecto foehn similar al que existe entre la Cordillera Cantábrica y La Meseta. Por eso la Pampa y La Meseta son tan áridas.
El caso es que la primera parte de mi viaje tiene una dirección predominante hacia el Noroeste, es decir, de cara al viento siempre. La mayoría de la gente que viaja en bicicleta por la Patagonia lo hace hacia el Sur, de manera que tiene siempre el viento por la popa. En mi caso voy a tener viento de cara hasta Calafate. A partir de ahí será casi siempre por la izquierda hasta El Chaltén y luego en Chile el problema no será el viento, sino la lluvia. Pero bueno, eso ya se verá.
Uno de los días de descanso, con mucho viento, di una vuelta en bici en cuya ida tuve el viento de cola y flipé: volaba por el llano a 25-30 km/h sin esfuerzo. Ese día entendí cómo Arnau, un catalán que conocí en Río Grande, se había metido 180 km del tirón y no parecía especialmente cansado.
Por contra, cuando tengo el viento de cara el pedaleo implica un esfuerzo brutal. Las rodillas se resienten, me duelen las cervicales por la tensión con la que tengo que sujetar el manillar y, en general, te vacía las fuerzas y te quita las ganas.
Hubo un día en que tardé 3/4 de hora en hacer una recta de 3 km, a una media de 4 km/h (más despacio que caminando).
En las bajadas hay que pedalear para poder avanzar porque si no te quedas parado.
Cuando el viento viene de cara es muy importante dirigerse totalmente de frente contra él, porque si se gira un poco el manillar, el viento empieza a dar de lado y poco a poco (o mucho a mucho) me empuja hacia el arcén. Muchas veces acabo cayéndome en la cuneta (que es muy inclinada y profunda en el ripio) porque con todo el peso que llevo es difícil corregir la dirección.
He dicho que la dirección predominante del viento es NW. Vale, pero es que aunque la dirección de mi camino cambie, el viento, aún no me explico cómo, se las arregla para seguir viniendo de frente. No lo entiendo.
En La Pampa, que es un llano enorme, no hay manera de refugiarse del viento. Es decir, aunque te apetezca parar no tienes manera de evitar el viento. Los únicos refugios son las Estancias, pero en general distan entre 20 y 30 km unas de otras y entre medias no existe absolutamente nada que lo pare.
Las pocas ocasiones en que el viento es lateral, es más llevadero (dentro de la jodienda que es, claro). Pero las ráfagas más fuertes me desestabilizan y las ráfagas más débiles también, porque la inclinación que adopto para oponerme, hace que me caiga cuando para de repente.
Por otra parte, en el ripio (pistas de tierra) es muy importante seguir una huella para no ir dando pequeños botecitos continuamente. Sólo hay una franja de unos 40 cm en la que no se rebota. Bueno, pues con viento lateral es dificilísimo mantenerse en esa franja.
¿Os imagináis lo demoledor que es todo esto para la cabeza? Es desesperante, infernal.
Uno de los primeros días de mucho viento decidí ponerme el mp3 y puedo decir, sin que sea un juego de palabras barato, que ese día los Soulsavers salvaron mi alma. Así que a partir de ese día, para evitar tener un mantra metido en la cabeza con "putovientoputovientoputoviento...", me pongo los cascos y me evado todo lo que puedo.
A todo esto, supongo que si tuviera un compañero sería más llevadero, pero también me ha dado por pensar que quizás nos retroalimentaríamos con el mantra. No sé.

Por otra parte, estoy un poco hartito de que la gente de la zona me diga "uy, pues esto no es mucho viento; tenías que estar aquí un día de viento de verdad". Me dan ganas de decirles "¿ah, sí?, pues monta aquí y pedalea" (señalando la bici, claro), pero mi gentileza y mi saber estar me lo impiden.

Podría parecer que no me está prestando el viaje por culpa del viento. Bueno, pues no es así. Lo comento porque es un factor importante dentro de la dinámica del viaje. Y para prevenir a posibles incautos. Pero tooooodo lo demás que cuento en el blog me compensa con creces sobradamente.

-Una curiosidad: aquí el viento del Norte es cálido y trae lluvia. Lo contrario que en la tierrina.
-Otra curiosidad que tengo que meter aquí con calzador porque si no, no sé dónde la puedo poner: las fases de la luna aquí son al revés que en el Hemisferio Norte. Mesplico: cuando hace una C, es efectivamente creciente; y cuando hace una D, es menguante.

0 comentarios:

Publicar un comentario